miércoles, 29 de febrero de 2012

Descubren un muro de la época del rey Salomón que podría confirmar la versión de la Biblia


De acuerdo con la arqueóloga israelí que dirigió la excavación, su equipo ha desenterrado en Jerusalén una muralla defensiva de 3.000 años que pudo haber sido construida por el rey Salomón. «El descubrimiento podría confirmar un pasaje de la Biblia», afirma.

El muro, del siglo X a. C, mide 70 metros de largo y unos 6 metros de alto y se encuentra a lo largo de lo que era entonces Jerusalén, entre el Monte del Templo y la antigua Ciudad de David, que en la actualidad es un moderno barrio árabe llamado Silwan.

La barrera de piedra forma parte de un complejo defensivo que incluye un acceso de entrada, un edificio adyacente y una torre, según confirma Eilat Mazar, que dirigió la excavación para la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Con el tiempo, la estructura se ha ido demoliendo parcialmente (se aprovecharon materiales para edificaciones posteriores), y el resto quedó enterrado bajo los escombros.

El Libro Primero de los Reyes, de la Biblia, que se cree que fue escrito siglos después del periodo en cuestión, afirma que Salomón, Rey de Israel, construyó un muro defensivo en Jerusalén. «El hallazgo supone la primera prueba arqueológica de esta estructura», declara Mazar.

¿Se confirman pasajes de la Biblia?

De acuerdo con Mazar, gracias a los objetos encontrados en el complejo y sus alrededores, el equipo pudo señalar la época de la que datan.

«No hay muchos reyes del siglo X que hubieran podido construir algo así, solamente David y Salomón», afirma.

Según la Biblia, el rey David (de la historia de David y Goliat), era el padre del rey Salomón, que se dice que fue el que construyó el Primer Templo de Jerusalén en el Monte del Templo.

Las piezas de cerámica halladas ayudaron a concretar la antigüedad del complejo, señalando la segunda mitad del siglo X a. C, la época del rey Salomón.

Por otra parte, entre las vasijas de barro encontradas, de un metro de alto; descubrieron una con una inscripción en hebreo que indica que pertenecía a un oficial de alto rango.

«También encontramos figuras típicas de esta época, como las que representan animales de cuatro patas y mujeres de grandes pechos que simbolizan la fertilidad, junto con asas de jarrones en las que se lee el mensaje ‘para el rey’ y varios nombres hebreos», añade Mazar.

La arqueóloga cree que estos objetos son restos de la vida durante los tiempos bíblicos: la gente se reunía cerca de la muralla para comerciar, solucionar controversias, llevar a cabo rituales y abastecerse de agua para salir de la ciudad.


¿Se puede confiar en la Biblia?

La arqueóloga de la Universidad de Tel Aviv, Israel Finkelstein, que no participó en las excavaciones, cree que es posible que el rey Salomón construyera la muralla.

Sin embargo, advirtió que no se debe confiar demasiado en la Biblia a la hora de interpretar este tipo de hallazgos.

«Conocer textos religiosos e históricos relacionados con un lugar concreto es muy importante, pero su utilidad puede variar».

«Depende del texto, cada uno tiene sus características y, por tanto, debe abordarse de forma diferente», añade. «Por ejemplo: ¿cuándo se escribió? ¿300 años después o cuando sucedieron los hechos? ¿Por qué se escribió?».

Por su parte, Mazar cree que es normal que los arqueólogos que trabajan en Tierra Santa consulten los textos bíblicos junto con otros documentos antiguos.

«No creo que haya arqueólogos trabajando en una zona sobre las que se han escrito diferentes textos sin estar familiarizados con ellos».

Los coyotes de la Edad del Hielo eran muy grandes

Los coyotes de la Edad del Hielo eran mucho más grandes que los actuales, más similares a los lobos. Es la conclusión a la que han llegado Julie Meachen, del Centro Nacional de Síntesis de Evolución en Durham, Carolina del Norte (EE.UU.), y sus colegas tras estudiar esqueletos de estos cánidos con edades que van de 38.000 años de antigüedad hasta los ejemplares más modernos.

Los investigadores sospechan que sus cuerpos encogieron tras las vastas extinciones de fauna al final del pleistoceno, hace entre 11.500 y 10.000 años atrás, según un artículo que publica hoy Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Así pasaron de pesar hasta 25 kilógramos a rondar los 10-18 kilos como máximo. El aumento de las temperaturas, que ascendieron 6º C de media en el planeta en un plazo de 5.000 años, pudo ser una de las causas si tenemos en cuenta que, cuando las temperaturas ascienden, los animales grandes lo pasan peor que los pequeños.

Sin embargo, dado que este fenómeno no afectó a otros carnívoros de la Edad del Hielo, los autores sugieren otra hipótesis más plausible: que los coyotes del pleistoceno eran "más grandes y robustos en respuesta a la presencia de competidores más grandes y de presas también de gran tamaño". Tras las extinciones, desaparecieron las grandes presas, así como algunos lobos gigantes, y los coyotes no necesitaban un gran cuerpo para poder competir. Como los individuos más pequeños necesitaban consumir menos cantidad de alimento, en el nuevo "escenario" la reducción del tamaño corporal supuso una importante ventaja.

sábado, 25 de febrero de 2012

La escasez de agua acabó con los mayas


Una nueva investigación sugiere que la desaparición de la civilización Maya, que se extendió por amplias zonas de México y Guatemala, se debió a períodos de sequía relativamente leves.
Esta no tan pronunciada falta de agua pudo haber sido suficiente para causar la caída de la civilización, activa hasta aproximadamente el año 950.
Durante años, los científicos creyeron que una sequía severa había sido la causante del colapso de este pueblo precolombino.
Pero ahora, investigadores mexicanos y británicos creen que una reducción de tan sólo el 25 o el 40% en las precipitaciones podría haber sido suficiente para agotar las reservas de agua en la región.
El estudio, publicados en la prestigiosa revista científica Science, fue llevado a cabo por el Centro de Investigación Científica de Yucatán en México, en colaboración con la Universidad de Southampton, en el Reino Unido.
Los científicos usaron técnicas avanzadas de modelación para calcular las tasas de precipitación y evaporación entre los años 800 y 950, momento en el cual la civilización Maya comenzó su declive.
Los resultados reflejaron que un modesto descenso en el nivel de lluvia fue suficiente para agotar las reservas de agua en las tierras bajas de Yucatán, donde no hay ríos.

¿Una llamada de atención?


"Estas reducciones supusieron tan solo un 25-40% en la precipitación anual, pero fueron suficientemente importantes como para que la evaporación dominase a la lluvia, y el nivel de agua se vio rápidamente reducido", explicó el profesor Eelco Rohling, de la Universidad de Southampton, a la agencia AP.
"Los trastornos sociales y el abandono de las ciudades fueron posibles consecuencias de la escasez de agua, especialmente porque parece que hubo una serie de repeticiones en las sequías."
Profesor Eelco Rohling, de la Universidad de Southampton, Reino Unido.

"Los trastornos sociales y el abandono de las ciudades fueron posibles consecuencias de la escasez de agua, especialmente porque parece que hubo una serie de repeticiones en las sequías", añadió.
Las sequías del pasado reconstruidas para el estudio son similares a las predicciones para el futuro cercano en la región, como resultado del cambio climático.
"Hay diferencias también, pero lo advertencia es clara –lo que parece una reducción menor en la disponibilidad de agua puede llevar a importantes problemas a largo plazo", aseguró el profesor Martín Medina-Elizalde, del Centro de Investigación Científica de Yucatán.
"El problema no es exclusivo de esta zona; puede aplicarse a todas las regiones con característica similares donde la evaporación es alta", añadió.
Los arqueólogos llevan mucho tiempo intrigados por el colapso de la civilización Maya, que floreció en América Central durante unos 6 siglos y desarrolló una arquitectura, matemáticas y cultura altamente sofisticadas.
Otros estudios llevados a cabo con anterioridad culparon al malestar social, las enfermedades y la deforestación por su desaparición.

Registran un violento huracán cósmico de categoría 5 en la Vía Láctea

El telescopio espacial Chandra de rayos X de la NASA ha registrado los vientos más intensos registrados hasta ahora en el espacio en torno a un sistema binario que contienen un agujero negro estelar masivo llamado IGR J17091 que tiene una masa en torno a diez veces superior a nuestro Sol. El“tornado” espacial se mueve a 20 millones kilómetros por hora, es decir, a un 3% de la velocidad de la luz. A diferencia de los vientos de los huracanes en la Tierra, el viento de IGR J17091 está soplando en muchas direcciones diferentes. La velocidad se ha calculado usando un espectro de iones de hierro realizado hace poco por el telescopio Chandra.

"Esto es como el equivalente cósmico de vientos de un huracán de categoría cinco", dijo Ashley King, de la Universidad de Michigan (EE UU), autora principal del estudio publicado en el último número de la revista Astrophysical Journal Letters. "No esperábamos ver vientos tan fuertes en un agujero negro como este", puntualiza.

Los astrónomos creen que los campos magnéticos en los discos de los agujeros negros son responsables de producir los vientos y chorros. La geometría de los campos magnéticos y la velocidad a la que el material cae hacia el agujero negro debe influir en si los chorros o vientos se producen.

Un exoplaneta hecho de agua


A cuarenta años luz de la Tierra se encuentra un enorme planeta formado en su mayoría por agua y rodeado de una densa atmósfera de vapor. La composición de este extraño mundo acuático ha sido analizada por un equipo de investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian empleando el telescopio espacial Hubble de la NASA.

Este planeta acuático, llamado GJ1214b, fue descubierto en 2009 y es el primero que se conoce con estas características. "No se parece a ningún planeta conocido hasta ahora," explica Zachory Berta, autor del trabajo, "una gran parte de su masa está hecha de agua." Además, los científicos han explicado que debido a las altas presiones y temperaturas, en este exoplaneta se podrían formar materiales tan exóticos como hielo caliente o agua superfluida.

Los científicos han aprovechado el momento en el que GJ1214b cruzaba por delante de su estrella ya que la luz de la misma, al filtrarse a través de su atmósfera, puede revelar la composición de los gases que la contienen. Los resultados, publicados en The Astrophysical Journal, han confirmado que la gruesa neblina que recubre al exoplaneta no era simple bruma, sino vapor de agua.
El diámetro de este planeta acuático es casi el triple del de la Tierra, y su masa siete veces mayor. Los astrónomos han estimado que esta súper-tierra tiene una densidad de unos 2 gramos por centímetro cúbico, mucho menor que la de la Tierra, lo que indica que en GJ1214b hay mucha más agua y menos rocas que en nuestro planeta.

La medida de los neutrinos "ultrarrápidos" podría deberse a un cable mal conectado

La desafiante conclusión a la que llegaron hace unos meses los físicos del CERN tras un reciente experimento que apuntaba a que los neutrinos viajan más rápido que la luz (y que por tanto la teoría de la relatividad de Einstein estaba equivocada) podría deberse a un fallo en un cable de fibra óptica de un receptor GPS, que no hacía contacto con el reloj principal. Al solventar el problema, parece que los 60 nanosegundos de diferencia frente a la velocidad de la luz registrados en el experimento original desaparecerían, según han informado a Nature fuentes del experimento OPERA.

El experimento de los neutrinos fue el primero que utilizó un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en el acelerador de partículas para sincronizar los relojes atómicos, por lo que también podría haber un error de cálculo. No obstante, hay ya cinco grupos de físicos de distintas partes del mundo repitiendo el experimento para confirmar o desmentir sus conclusiones, según se pudo saber la semana pasada en el encuentro anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).


Imágenes




viernes, 24 de febrero de 2012

Nueva actividad tectónica en la corteza lunar

Las grietas de la superficie lunar se han hecho más grandes formando valles poco profundos según un nuevo estudio basado en nuevas imágenes de la NASA.


La presencia de valles estrechos, conocidos como fosas tectónicas,  sugiere que la Luna ha sufrido actividad tectónica en los últimos 50 millones de años, más o menos.


Esta actividad sugiere que la Luna no siempre fue así. Hubo una época donde la Luna tenía un núcleo sólido cubierto de lava. 

Gracias a imágenes de alta calidad tomadas por la cámara de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), pueden verse las fosas tectónicas en un altiplano de la cara oculta.


 Mostrar características nítidas de la reciente acción


 En 2010 Thomas Watters del Centro para estudios planetarios en el National Air and Space Museum de Washington, D.C presentó junto con su equipo evidencias de que el tamaño de la Luna se había reducido 182 metros desde su formación. 

 Dicha conclusión se basó en imágenes del LRO de las zonas escarpadas y características de los acantilados. Sus conclusiones fueron que estas formas geológicas aparecieron en el momento en que la Luna se enfrió y su corteza se contrajo.


En las nuevas imágenes, Watters y sus colegas describen que las fosas tectónicas tienen formas muy nítidas y sin cráteres superpuestos. Estos rasgos indican que estas formaciones son relativamente recientes.


Los límites de la contracción lunar

Las fosa tectónicas no abundan en la corteza lunar del mismo modo que lo hacen las labuladas escarpadas. Esto indica que solo unas pocas áreas locales se han expandido.

Esto complementa el estudio anterior acerca de la contracción lunar en el que se explica que la Luna está experimentando una bajo nivel de contracción.

El nuevo estudio sugiere que el interior de la Luna no estaba derretido cuando se formó. De haber sido así la Luna  se habría sometido a mayores niveles de compresión al enfriarse, anulando cualquier agrietamiento localizado en las fosas tectónicas detectadas.

La Tierra giraba más rápido en 2009 debido a la corriente oceánica

¿Te da la sensación de que el tiempo voló en Noviembre del 2009? De acuerdo con las afirmaciones de la NASA y algunos estudiosos europeos, el tiempo pasó más rápido durante una parte de ese mes.


La tierra giró 0,1 milisegundos mas rápido durante un periodo de dos semanas, según declaró Steven Marcus, investigador del Laboratorio de propulsión Jet de la NASA en Pasadena (California).

 La velocidad de giro del planeta aparentemente se debe a que las aguas del océano antártico redujeron su movimiento.


“La aceleración de la tierra es similar al ejercicio de un skater cuando se impulsa con sus brazos, lo que le hace ir más rápido, pues las leyes de la física dictan que su cuerpo ha de conservar el momento angular”.


“Cuando el Skater mueve sus brazos, se mueve ligeramente más rápido, pues con estos describe un movimiento circular, y cuanto más pequeño es este, más rápido se moverá una vez alcanzado el momento angular”.


“Con la tierra pasa lo mismo” Si el océano se mueve mas despacio, la tierra ha de acelerar para poder obtener el mismo momento angular.


El extraño comportamiento del océano


Los primeros informes han reportado altas temperaturas en la superficie oceánica del suroeste del Pacífico y también registraron altas presiones en el mismo área.

 En una típica inclemencia como es El Niño, la superficie del agua en la costa noroccidental de Sudamérica es más cálida de lo normal, pero en 2009 las aguas templadas se concentraron en el Pacífico central, en una especie de “El Niño” llamado “Modoki”.


“El Niño puede unir los cambios de presión y temperatura en cuestión de días, lo que hace haga la función de un puente atmosférico entre diferentes partes del globo”.


 ¿Aceleraciones más frecuentes?Los científicos debaten acerca de la frecuencia de los Modokis, pues parece ser que estos cada vez son mas frecuentes, pero según la observación de las últimas décadas, es natural que sea así”

A pesar de esto, los expertos no pueden emitir un juicio de valor fundado de la correlación entre el aumento del número de Modokis y la inducción humana a través del calentamiento global en ellos, pues realmente faltan pruebas al respecto. Si esto pasase, podría ser frecuente que algunos meses la tierra se moviera más rápido.


 

miércoles, 22 de febrero de 2012

Nueva teoría: la vida surgió en la tierra, no en el agua


Según los científicos, es posible que la vida celular no surgiera en los océanos, sino en concentraciones de fango caliente alimentadas por corrientes volcánicas.

La idea, que se basa en una reciente investigación geológica y celular, guarda similitudes con la teoría de Charles Darwin de que la vida pudo haber surgido a partir de un pequeña y cálida «laguna» rica en nutrientes.

A pesar de este apunte inicial de Darwin, las teorías que defienden que la vida surgió del mar han sido muy populares en los últimos años debido a que continuamente se descubren oasis de vida en el lecho marino.

En esos ecosistemas, los microbios ingieren sustancias nocivas procedentes de corrientes volcánicas, algo que, según los expertos, podría parecerse al surgimiento de las primeras células.

Sin embargo, el nuevo estudio afirma que el fluido que las células conservan en sus membranas es muy diferente del agua de los antiguos océanos, pero muy similar a los vapores condensados que se encuentran en algunos lodazales.

En este tipo de ambientes las cantidades de potasio de las células son elevadas, mientras que los ambientes marinos son más ricos en sodio.

«Las células necesitan mucho potasio para sintetizar proteínas, tarea que se ve dificultada por la presencia de sodio», afirma el coautor del estudio Armen Mulkidjanian, biofísico de la Universidad de Osnabrück (Alemania).

«Sin proteínas no puede haber vida, por lo que los niveles de potasio deben ser elevados».


Un nuevo escenario

En la actualidad, las células cuentan con proteínas complejas para expulsar el exceso de sodio de sus membranas y así funcionar correctamente. Las primeras células, sin embargo, no disponían de estos mecanismos.

De este modo, se encontraban a merced de su ambiente, por lo que la cantidad de potasio debía ser, necesariamente, superior a la de sodio.

Sin embargo, en los océanos se da la situación contraria.

Teniendo en cuenta lo anterior, Mulkidjanian y sus compañeros consiguieron la ayuda de geólogos para tratar de descubrir dónde pudo originarse la vida hace unos cuatro mil millones de años.

Así, el equipo descubrió que los puntos de vapor geotérmico condensado podrían ser los candidatos perfectos, como por ejemplo algunas áreas de Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos).

«Ahí surge y se condensa el vapor de la tierra, aportando muchos minerales, incluido el potasio», afirma Mulkidjanian. «Parece el ambiente perfecto para el nacimiento de las primeras células».

Durante mucho tiempo los científicos no han tenido en cuenta estos «lagos» de lodo, puesto que los que encontramos en la actualidad nadan en ácido sulfúrico, una sustancia mortal que se forma cuando se encuentran en la atmósfera ácido sulfhídrico y oxígeno.

«Estas condiciones podrían ser motivo de preocupación, pero no olvidemos que la Tierra tenía muy poco oxígeno en la atmósfera», añade Mulkidjanian. «Los ambientes con falta de oxígeno se mantuvieron estables durante millones de años y probablemente favorecieron el nacimiento de las primeras células de la Tierra».

El nuevo estudio sobre el origen de la vida ha sido publicado online en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.  

Una «bola de discoteca» prueba la Teoría de la Relatividad de Einstein


Un satélite de «bajo coste», puesto en órbita por el cohete Vega de la Agencia Espacial Europea, probará la teoría general de la relatividad de Albert Einstein. Según el equipo, podría hacerlo mucho mejor que la reciente misión de la NASA que costó casi cien veces más.

A mediados de la década de 2000, tras más de 40 años de desarrollo, la llamada Gravity Probe B de 800 millones de dólares de la Universidad de Stanford detectó «arrastre de marco». Este fenómeno, que ya predecía la teoría de Einstein, consiste en la supuesta alteración del espacio-tiempo en la órbita terrestre a medida que gira el planeta.

Sin embargo, debido a problemas técnicos, el satélite de la NASA solamente pudo medir el arrastre de marco con un margen de error del 20 por ciento.

Los científicos que trabajan con el nuevo satélite italiano, que apenas ha costado 10 millones de dólares, esperan mejorar esos datos.

«Estoy convencido de que conseguiremos un margen del uno por ciento», afirmó el director de la misión Ignazio Ciufolini, de la Universidad de Salentoen Lecce (Italia).

LARES (Laser Relativity Satellite) despegó desde la base de Guayana Francesa a las 7 a.m., hora local, y proporcionará datos del arrastre de marco durante varios años.

«Si se consigue tal precisión, LARES confirmará la teoría general de la relatividad», comenta Alan Kostelecky, físico de la Universidad de Indiana (Bloomington, Estados Unidos) que no forma parte del equipo.

Una «bola de discoteca»

LARES tiene el aspecto de una bola de discoteca: es una sólida esfera de metal (una aleación de tungsteno) de aproximadamente 360 kilos y unos 35 centímetros de ancho.

La sonda está cubierta de reflectores para que cuando orbite la Tierra, una red internacional de estaciones de láser pueda detectar su posición con precisión milimétrica.

El satélite girará en torno a la Tierra en un determinado ángulo respecto al Ecuador. A partir de cálculos basados en la teoría de Einstein, el equipo de Ciufolini espera que el plano orbital de LARES vaya rotando lentamente en torno al planeta, a medida que la sonda sea arrastrada por la distorsión espacio-temporal de nuestro planeta.

El efecto acumulado durante un año no supondrá más que una millonésima de grado, lo que significa que se necesitarían unos diez millones de años para que el plano orbital de la sonda complete un giro alrededor de nuestro planeta.

Sin embargo, el desplazamiento de la sonda puede suponer unos cuatro metros al año, que el sistema de láser podrá medir con un margen de error de menos del uno por ciento.

Siempre a prueba

Según Ciufolini, la alta densidad de LARES la hace menos sensible al arrastre atmosférico, que a unos 1.450 kilómetros sobre la superficie de la tierra será muy pequeño, aunque no insignificante.

Del mismo modo, la densa esfera tampoco se verá afectada por la presión de la radiación del Sol.

Otras condiciones, como el hecho de que la Tierra no sea una esfera perfecta, hacen que la órbita de la sonda experimente mayor precesión (un giro completo cada tres años aproximadamente).

Sin embargo, los científicos harán uso de varias técnicas de análisis de datos, junto con información de misiones anteriores, para llevar a cabo las mediciones del «arrastre de marco».

Probablemente las teorías de Einstein pasen la prueba, aunque, como afirma Ciufolini, en el campo científico no existen certezas absolutas.

«La teoría general de la relatividad ha sido confirmada por múltiples experimentos durante cientos de años», añade, «pero eso no significa que dejemos de ponerla a prueba».

¿Por qué la piel de las ranas es agridulce?


Según un nuevo estudio, algunas ranas venenosas segregan, además de su veneno, ácido biliar y sacarosa. ¡Habrá que probarlas para confirmarlo!

Durante 50 años los científicos han arrancado la piel de ranas venenosas y estudiado sus tejidos para analizar su composición química. En la práctica se centraban en las toxinas, que pueden tener aplicaciones farmacéuticas.

Ahora, la herpetóloga Valerie Clark, que estudia y ocasionalmente «lame» ranas, ha creado junto a su padre, el ingeniero eléctrico William Clark, un artefacto electrosimulador para extraer sustancias químicas de las glándulas de estos animales sin dañarlos.

«La práctica habitual era arrancarles la piel, pero durante las dos últimas décadas la tecnología ha avanzado muchísimo», afirma Clark, que recibió una beca del Comité para la Investigación y la Exploración de la National Geographic Society (propietaria de National Geographic News).

«Ahora podemos detectar y analizar las sustancias con mayor precisión».Según Clark, que acaba de terminar el doctorado el Universidad Queen’s de Belfast (Irlanda), el aparato ha ayudado a separar el ácido biliar y la sacarosa en las ranas del género Mantella de Madagascar, algo que no se había conseguido nunca con tanta exactitud.

El análisis químico sugiere que en las ranas hay ácidos biliares y sacarosa en cantidades similares, pero superan en casi diez veces la cantidad de alcaloides venenosos.

Un cóctel misterioso

Sin embargo, el motivo por el que su piel segrega sacarosa y ácido biliar sigue siendo un misterio.

Clark cree que la sacarosa, que proviene de las hormigas que ingieren las ranas, podría tener una función protectora en los húmedos hábitats de los anfibios.

«Durante las guerras, los soldados se restregaban azúcar en las heridas, para evitar infecciones», comenta Clark. De hecho, investigadores de la Universidad de Boston afirmaron recientemente que el azúcar puede mejorar la efectividad de los antibióticos frente a las infecciones bacterianas.

En cuanto a los ácidos biliares, cree que podrían explicar la inmunidad que presentan las ranas ante el veneno de las hormigas y cómo éste pasa de las hormigas ingeridas a la piel de las ranas sin dañarlas.

«Creo que un día se demostrará que los ácidos biliares ayudan a transportar los alcaloides a las glándulas de la piel y protegen a las ranas», añade.

«Nosotros tenemos ácidos biliares que nos ayudan a limpiar nuestro organismo de drogas: las transportan al riñón para poder eliminarlas. En las ranas, expulsan las toxinas a la piel».

Sabor amargo

El fisiólogo Alan Hofmann, que ha estudiado los ácidos biliares durante 50 años, cree que el descubrimiento sobre la piel de las ranas representa un importante hito.

«Normalmente los ácidos biliares se mantienen en el tracto digestivo», afirma Hofmann, de la Universidad de California (San Diego, Estados Unidos), que no participó en el estudio.

El otro animal conocido que excreta ácidos biliares son las lampreas, que los utilizan como feromonas.

En las ranas venenosas, podría simplemente tratarse de un arma más, según Hoffman. Estos ácidos son muy amargos, por lo que podrían convertir a las ranas en un bocado muy poco apetitoso para sus depredadores.

El estudio sobre la piel de las ranas venenosas ha sido publicado en enero en la revista Journal of Natural Products.

 
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