miércoles, 22 de febrero de 2012

Una «bola de discoteca» prueba la Teoría de la Relatividad de Einstein


Un satélite de «bajo coste», puesto en órbita por el cohete Vega de la Agencia Espacial Europea, probará la teoría general de la relatividad de Albert Einstein. Según el equipo, podría hacerlo mucho mejor que la reciente misión de la NASA que costó casi cien veces más.

A mediados de la década de 2000, tras más de 40 años de desarrollo, la llamada Gravity Probe B de 800 millones de dólares de la Universidad de Stanford detectó «arrastre de marco». Este fenómeno, que ya predecía la teoría de Einstein, consiste en la supuesta alteración del espacio-tiempo en la órbita terrestre a medida que gira el planeta.

Sin embargo, debido a problemas técnicos, el satélite de la NASA solamente pudo medir el arrastre de marco con un margen de error del 20 por ciento.

Los científicos que trabajan con el nuevo satélite italiano, que apenas ha costado 10 millones de dólares, esperan mejorar esos datos.

«Estoy convencido de que conseguiremos un margen del uno por ciento», afirmó el director de la misión Ignazio Ciufolini, de la Universidad de Salentoen Lecce (Italia).

LARES (Laser Relativity Satellite) despegó desde la base de Guayana Francesa a las 7 a.m., hora local, y proporcionará datos del arrastre de marco durante varios años.

«Si se consigue tal precisión, LARES confirmará la teoría general de la relatividad», comenta Alan Kostelecky, físico de la Universidad de Indiana (Bloomington, Estados Unidos) que no forma parte del equipo.

Una «bola de discoteca»

LARES tiene el aspecto de una bola de discoteca: es una sólida esfera de metal (una aleación de tungsteno) de aproximadamente 360 kilos y unos 35 centímetros de ancho.

La sonda está cubierta de reflectores para que cuando orbite la Tierra, una red internacional de estaciones de láser pueda detectar su posición con precisión milimétrica.

El satélite girará en torno a la Tierra en un determinado ángulo respecto al Ecuador. A partir de cálculos basados en la teoría de Einstein, el equipo de Ciufolini espera que el plano orbital de LARES vaya rotando lentamente en torno al planeta, a medida que la sonda sea arrastrada por la distorsión espacio-temporal de nuestro planeta.

El efecto acumulado durante un año no supondrá más que una millonésima de grado, lo que significa que se necesitarían unos diez millones de años para que el plano orbital de la sonda complete un giro alrededor de nuestro planeta.

Sin embargo, el desplazamiento de la sonda puede suponer unos cuatro metros al año, que el sistema de láser podrá medir con un margen de error de menos del uno por ciento.

Siempre a prueba

Según Ciufolini, la alta densidad de LARES la hace menos sensible al arrastre atmosférico, que a unos 1.450 kilómetros sobre la superficie de la tierra será muy pequeño, aunque no insignificante.

Del mismo modo, la densa esfera tampoco se verá afectada por la presión de la radiación del Sol.

Otras condiciones, como el hecho de que la Tierra no sea una esfera perfecta, hacen que la órbita de la sonda experimente mayor precesión (un giro completo cada tres años aproximadamente).

Sin embargo, los científicos harán uso de varias técnicas de análisis de datos, junto con información de misiones anteriores, para llevar a cabo las mediciones del «arrastre de marco».

Probablemente las teorías de Einstein pasen la prueba, aunque, como afirma Ciufolini, en el campo científico no existen certezas absolutas.

«La teoría general de la relatividad ha sido confirmada por múltiples experimentos durante cientos de años», añade, «pero eso no significa que dejemos de ponerla a prueba».

 
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